Yacimiento de Gunung Padang (Indonesia) |
A principios de 2014 el investigador escocés Graham Hancock daba a
conocer en su sitio web una interesante noticia a partir de las conversaciones
que había mantenido con el geólogo indonesio Danny H. Natawidjaja, del Centro
de Investigación de Geotecnología (organismo dependiente del Instituto
Indonesio de Ciencias). Según Natawidjaja, el extenso yacimiento megalítico de
Gunung Padang habría sido mal datado anteriormente pues las prospecciones más recientes de
los estratos más antiguos habían permitido extraer muestras orgánicas cuya
antigüedad había sido fijada mediante el método del radiocarbono en más de
20.000 años. Y por si fuera poco, Natawidjaja añadía que las prospecciones
parecían apuntar a la existencia de una gran pirámide –situada bajo los restos
megalíticos– que hasta el momento se había tomado por una simple colina
natural.
Las informaciones aportadas por Hancock daban a entender que estas investigaciones en el yacimiento de Gunung Padang
habían causado sorpresa y “disgusto” en el estamento académico indonesio. Al
parecer, el propio geólogo Danny Natawidjaja
confesaba que, a la vista de los controvertidos resultados obtenidos, se habían
producido algunas presiones por parte de dicho estamento hacia el gobierno
indonesio para que no prosperasen los trabajos en curso.
Pero antes de seguir adelante, será preciso ofrecer algunos datos de
contexto. En resumen, lo que sabemos sobre Gunung Padang es que el yacimiento,
ubicado cerca de la localidad de Karyamukti (isla de Java), a casi 900 metros
sobre el nivel del mar, fue citado por vez primera en un informe del Departamento
de Antigüedades holandés en 1914 y que más tarde fue mencionado por el historiador
de esta nacionalidad N.J. Krom, en 1949. Luego permaneció oculto hasta 1979, en
que fue localizado de nuevo por tres granjeros locales. Las intervenciones arqueológicas
preliminares, sin embargo, no se iniciaron hasta 2003 y sólo duraron tres años.
En lo referente a la datación, los expertos situaban el yacimiento megalítico en
un periodo comprendido entre 2.500 – 1500 a. C.
Por su parte, Natawidjaja empezó a estudiar el yacimiento desde el año
2010 y a raíz de sus primeras investigaciones lanzó la teoría de que la colina
podía ser en realidad una estructura artificial, tal y como sugerían los resultados
obtenidos a través de diversas metodologías, como el geo-radar, la tomografía
seísmica, las prospecciones de resistividad y otras técnicas de detección
remota[1].
Adicionalmente, el descubrimiento de una serie de pilares de andesita (basalto)
dispuestos horizontalmente hacía pensar en una intervención humana a gran
escala, pues de forma natural tales pilares sólo surgen verticalmente. A esto
se unían las fechas de las muestras datadas con Carbono-14, que ofrecían una antigüedad
insospechada para el yacimiento (las más antiguas se remontaban a 26.000 años).
Sumando estas piezas, nos encontraríamos con claros signos de civilización humana
en una época en que la arqueología académica sólo contempla un horizonte paleolítico,
con comunidades humanas primitivas, de tipo cazador-recolector.
Graham Hancock |
Dicho todo esto, Graham Hancock acaba de anunciar una vez más en su sitio
web que dispone de nueva información muy significativa sobre este caso, si bien
todo ello debe ser tomado con cierta cautela a la espera de poseer datos
concretos y publicaciones científicas que respalden las afirmaciones provisionales.
Según relata Hancock, las presiones académicas, en efecto, consiguieron
ralentizar el progreso de los trabajos pero no suprimirlos del todo. Y de alguna
forma, Natawidjaja utilizó sus propios canales para contrarrestar la presión,
incluso apelando al presidente del país. Como consecuencia de sus gestiones, Natawidjaja
parece haber obtenido hace sólo un par de meses carta blanca para proseguir con
sus investigaciones en Gunung Padang con los medios apropiados. A pesar de
todo, los académicos más reticentes han seguido oponiéndose al proyecto,
alegando que las excavaciones se han llevado a cabo de manera irregular, tanto
en la metodología como en la financiación. A esto ha respondido Natawidjaja diciendo
que las excavaciones han sido supervisadas por arqueólogos competentes de la
Agencia para la Conservación y Gestión de Yacimientos Arqueológicos (BPCB) y de
la Universidad de Indonesia. Además, el yacimiento ha sido inspeccionado recientemente
por el Director de Conservación de Yacimientos Arqueológicos, por el jefe del
BPCB y por el propio Ministro de Educación y Cultura, los cuales confirmaron en
rueda de prensa que las excavaciones eran correctas y adecuadas.
De este modo, ya han salido a la luz unos primeros resultados muy
prometedores que podrían confirmar la hipótesis de la pirámide, si bien hay que
insistir en el carácter preliminar de estos trabajos. Básicamente, lo que se ha
hecho es excavar una serie de catas que han permitido extraer gran cantidad de
artefactos de piedra. Asimismo, ya se han podido obtener unas fechas de 5.200
a. C. para los restos megalíticos más superficiales, lo cual sitúa la fase más
moderna del yacimiento en un horizonte cronológico bastante más antiguo que las
pirámides de Guiza, datadas hacia el 2.500 a. C.[2]
Reconstrucción hipotética del conjunto de Gunung Padang |
Para
Natawidjaja está fuera de toda duda que existe una estructura debajo de los
restos megalíticos y que es de tipo piramidal[3].
Lo más interesante es que se ha podido identificar una cámara o estancia
enterrada bajo una capa de tierra de 5 a 7 metros de grosor y que está situada
en medio del conjunto megalítico. El acceso a esta estancia está aún pendiente
de excavación; por el momento se ha procedido a realizar una serie de
perforaciones en el supuesto emplazamiento de la cámara a partir de las prospecciones
geofísicas.
Naturalmente,
hay que ser cautos ante la espectacularidad de estas noticias, pues también en el
caso de las famosas pirámides de Bosnia se armó cierto revuelo en su momento y
hasta la fecha, pese a las declaraciones altisonantes del Sr. Osmanagic, sigue
habiendo muchas más sombras que luces en este asunto. No obstante, para varios
investigadores alternativos, el fenómeno de las pirámides y del megalitismo podría
estar total o parcialmente mal entendido y mal datado y se remontaría a épocas
mucho más antiguas de lo aceptado por la arqueología ortodoxa.
Así,
algunos yacimientos nada discutidos como Göbekli Tepe o Karahan Tepe (en Turquía),
y posiblemente Gunung Padang, están en esta línea de proponer un horizonte de civilización
muy remoto, hasta ahora no reconocido como tal. En fin, si hay una gran pirámide
escalonada en el yacimiento indonesio todavía está por clarificar, así como el
aspecto crucial de su datación; habrá que esperar a disponer de resultados más
concluyentes por parte del equipo de Natawidjaja.
©
Xavier Bartlett 2014
(Ilustración
incluida procedente del mismo artículo)
[1] Los detalles
de estas prospecciones se pueden consultar en el artículo de
Wikipedia sobre Gunung Padang.
[2] Por
supuesto, dando por hecho que tal datación sea correcta, pues para muchos
autores alternativos dichas pirámides son mucho más antiguas, y la intervención
de la IV dinastía en ellas sólo sería una mera restauración y adopción.
[3] Podemos
suponer que se trataría de una pirámide escalonada, formada por una sucesión de
terrazas o plataformas, pero no hay mención específica a esta característica.
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